Es difícil escapar a los chichés. Si
hablamos, por ejemplo de Escocia, seguramente en nuestra cabeza aparezcan un montón
de tíos en falda tocando la gaita, William Wallace, o el Lago Ness. Por eso
siempre es recomendable echar un vistazo a fondo, porque si no lo hacemos, corremos
el riesgo de perdernos una realidad mucho más interesante. Por ejemplo, volviendo
a Escocia, sería una lástima ignorar la gran cantidad de grupos musicales que
han surgido de entre sus eternas nieblas: Belle & Sebastian, FranzFerdinand, Mogwai, Texas, Travis…
Primal
Scream es la más veterana y polifacética de esas bandas. Nacida en 1982, ha
sobrevivido a tres décadas de caos, peleas internas, abandonos de muchos de sus
componentes, drogas, malas críticas… Incluso se la llegó a dar por muerta en 1995.
Pero si Primal Scream ha conseguido llegar a nuestros días en buena forma (fueron
cabeza de cartel en el FIB de 2011 y han anunciado nuevo disco para 2013) ha
sido gracias a su sorprendente capacidad para reinventarse. Han compuesto todo
tipo de música: pop, indie, rock, acid house, blues, funky, electrónica… Y han
colaborado con incontables artistas, desde leyendas como George Clinton
(Funkadelic) o Robert Plant (Led Zeppelin) a otros como Miss Kittin o Chemical Brothers.
Hay quien dice que son la última
gran banda de rock. Seguramente exageran, pero por si acaso no los perdáis de
vista, seguro que aún les queda algún as en la manga.