Esta desconocida banda es posiblemente el secreto musical mejor guardado de los últimos 20 años. Fundada en Massachusetts en 1989 unió el genio de Mark Sandman (bajo y voz) y de Dana Colley (saxo) para crear un estilo único, mezcla de jazz y rock, denominado por ellos mismos como low rock. Completó el grupo el batería Jerome Dupree, más tarde sustituido por Billie Conway.
Sí, habéis leído
bien: bajo, saxo y batería… Nada de guitarras. Y os aseguro que estos tíos no las
echaban de menos a la hora de tocar las canciones más cañeras que he oído
nunca. La voz radiofónica (casi cacofónica) y el bajo poderoso de Sandman, el
saxo desgarrado y lánguido de Colley, la batería imprevisible de Dupree a ratos
monótona, a ratos frenética, consiguen una música visceral y sensual, que tiene
algo oscuro y decadente, pero a la vez hipnótico, como un club de carretera en
medio de la noche.
Y es que hasta
su final es propio de una novela negra. El grupo se disolvió en el año 2000 con
la trágica muerte del líder y vocalista Mark Sandman… ¡de un ataque al corazón
en mitad de un concierto!